¿Por qué flotan los barcos?
Vamos a intentar explicar de forma sencilla el porqué los barcos flotan y no se hunden. Y para ello tenemos que echar mano del Principio de Arquímedes.
Todo el mundo acepta que flote un trozo de corcho en el agua porque el corcho pesa menos que el agua, pero ¿y un gran trasatlántico de 150.000 toneladas de peso y unas dimensiones de 345 metros de eslora, 41 de manga y 72 metros de altura? Nos hacemos entonces la siguiente pregunta trampa que casi todos conocemos: ¿qué pesa más un kilo de hierro o un kilo de paja? Naturalmente pesan lo mismo, un kilo, pero el kilo de paja ocupa mucho más volumen.
Para comparar necesitamos una referencia común, por ejemplo, el volumen. Y ahora sí podemos decir que 1 metro cúbico de hierro pesa más que 1 metro cúbico de paja.
Si comparamos el peso del barco completo con el peso de un volumen de agua que fuera igual al del barco, o sea, como si el barco, todo él, se hubiera convertido en agua, veríamos que el barco pesa menos. ¿Cómo es posible? Pues la respuesta está en que, además de los materiales del barco que puedan pesar menos que el agua, el barco, tiene grandes estancias vacías (llenas de aire, y el aire pesa menos que el agua), y eso hace que, en total, el barco pese menos que el mismo volumen de agua.
Lo mismo podríamos decir del cuerpo humano: sus huesos o la carne de los tejidos pesan más que el agua y, en cambio, el hombre flota en el agua. ¿Por qué? Porque tiene cavidades internas vacías, llenas de aire, que le permiten pesar en su conjunto menos que el agua.



![(foto 73) 12ALX_OVERVIEW[1]](../wp-content/uploads/2012/03/foto-73-12ALX_OVERVIEW1-48x48.jpg)

